Me doy vuelta, te alcanzo a mirar,
te acercás, empiezo a temblar.
Tu mano en mi hombro me hace suspirar,
y de repente me cuesta respirar.
Me lleno de dudas, quiero escapar,
necesito un rato para pensar.
Luego, el silencio está,
y es ese ruido que me hace extrañar.
Te anhelo y deseo,
lejos, pero siempre te quiero igual.
Quiero que vuelvas, no quiero perder,
me asusta la idea de no poderte tener.
No intentes entenderme ni tratarme de cambiar,
soy así, paranoica, y no voy a variar.
Aceptame loca, con su toque especial,
porque no hay nada igual.
